martes, 28 de junio de 2016

Cartas de amor: el sacrificio del amor.

Querido amigo mío.
Te estarás preguntando por qué te escribo en lugar de hablarte directamente, y la respuesta, aún que parece simple, es mucho más compleja de lo que imaginas. Ni si quiera se por dónde empezar, tal vez lo mejos sea empezar por el final.
Hoy te vi. Acababas de llegar al aeropuerto y parecia que las maletas pesaban mucho, se te notaba cansado y al reconocerte entre la miltitud, primero sonreí, antes de preocuparme por tu derrotado aspecto.
Por un segundo miraste en mi dirección y sonreiste tú también. Pensaba que me mirabas y quise salir corriendo a abrazarte, pero al ver la verdadera dirección de tu mirada lo entendi. Fue en ese momento cuando lo supe y decidí escribir.
Si estás leyendola ahora, yo ya estaré lejos y me gustaría que no te preocupases, o que al menos con el tiempo los recuerdos que compartimos te hagan sonreir.
No me mirabas a mí, si no a ellos. Tu hermano y su mujer te esperaban con sus hijos y a diferencia de mí, ellos si corrieron en tu dirección, gritando tu nombre, riendo felices mientras el resto de tu familia se dedicaban miradas cómplices, se abrazamas y disfrutaban del momento compartido.
Yo quería todo eso para mí ¿Tú no? Siempre deseé tener a alguen que me abrace de esa manera, alguien que me permita apoyar mi cabeza en su hombro y me haga sentir segura, alguien que me dedique esas miradas llenas de amor mientras vemos corretear a nuestros hijos, alguien a quien amar y que me ame. Pero no puedo tenerlo, estoy rota por dentro. Tengo una herida muy profunda que no deja de sangrar. La vida, mis actos, sus consecuencias... estas cosas me impiden conseguir lo que más deseo, es mi castigo, pero no el tuyo.
Vi tu cara al mirar a esos niños, vi la alegría en tú mirada y de repente ya no parecias cansado, las maletas no parecian pesar. Por el contrario se te veía más joven, lleno de energía y con tanto amor. Confieso que tuve que apartar la mirada para no llorar.
¿Cómo he podido estar tan ciega? ¿Cómo pude no darme cuenta antes de lo que estábamos haciendo? Creí que era un juego al que los dos podíamos jugar, pero se nos ha ido de las manos. Yo ya no se amar como te mereces y te mereces todo lo que no te puedo dar, por eso se que hago lo correcto al escribir en lugar de hablar.
Solo somos amigos. Es lo que siempre he dicho y ahora creo que era más para convencerme a mí que a los demás. Hacemos muchas cosas juntos y con el tiempo me acostumbré a todo lo que teníamos y decidí no pensar mucho en ello. Ahora veo el error y por eso me he marchado. Nunca llegue a decirtelo, nunca más lo volverás a escuchar de mí. Me he enamorado de ti.
Pero esto no es bueno. Dentro de mí solo hay dolor, sufrimiento, angustia, rencor y más dolor. No sirvo para hacerte feliz y hasta esta mañana no lo entendi.
Yo siempre quise una familia, pero mi sueño se desplomó y murió en mis manos, ahora solo soy una sombra de lo que fui, ahora he aceptado que no puedo ser feliz. Por eso me voy de tu vida, porque mientras esté en ella no buscarás a nadie más y si lo hicieses, verlo me terminaría de rematar. Este es mi sacrificio de amor, esto es lo que estoy dispuesta a hacer por ti, sin lugar a dudas prefiero que seas feliz sin mí, en lugar de infeliz conmigo.
Te conozco lo suficiente como para saber lo que estarás pensando ahora, me estarás llamando cobarde en tu mente y farfullando que debí dejarte decidir a ti, pero abrias hecho lo mismo que he hecho yo. Habrias escogido el camino que fuese mejor para el otro antes de pensar en ti. Ahora maldices en silencio porque sabes que tengo razón ¿Ves? Dejamos que el juego se nos fuese de las manos, dejamos que el pasado se escondiese en un rincón, esperando para salir en el momento propicio. Fuimos lejos y aún así no llegamos a ninguna parte.
Tendrás muchas preguntas, me odiaras a ratos por no decir que te quiero antes de desaparecer, querras buscareme para gritarme a la cara y abrazarme después. Lo se. Solo con mirarte lo se. Pero no voy a permitirlo, no me encontrarás, este es el fin para lo nuestro, un nosotros que realmente no sucedió nunca y por todo lo que vivimos, por esos momentos junto a ti que no merezco, espero que después de la rabia llegue la aceptación y con el tiempo solo sean recuerdos que hagan aflorar esa sonrisa en tús labios, esa que me hacía soñar con que tal vez podía llegar a suceder.
El mundo es cruel y despiadado con personas como yo y por ello no pienso arrastrarte conmigo. Solo acepta que se acabó y piensa en mí como en una bruma pasajera, hasta que algún día otra mujer te haga dejar de pensar en mí.

Con todo mi amor, tuya siempre. Tu pequeña mariposa soñadora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario